Las condiciones fueron favorables para que a principios de la década fuera posible abrir el lugar al público general…Mediante un emprendimiento comercial se abrió un refugio y fue posible acampar, pernoctar y escalar libremente en La Vigilancia. Un hecho histórico en nuestro país, que dio a conocer el lugar a muchos deportistas y generó un gran movimiento. Se llegó a las 200 vías y se realizó un proceso de reequipamiento en todos los sectores con material nacional. También se imprimió la guía de escalada de la zona y se organizaron los accesos y la recolección de residuos. Cerca de refugio, de la mano de Leo Viamonte, se equipó un nuevo sector que se inauguró con una competencia sobre las mismas vías y terminó con asado y cerveza.

Durante algunos años vivimos este ambiente y mucha gente conoció y disfrutó de las placas y techos de la “Vigi”. Pero por diferencias contractuales con el propietario, este período terminó y la Zona Este quedo sin la posibilidad de escalar en este paraje con características únicas en nuestro país. Tal vez sea hora de reactivar el tema y comenzar a armar un proyecto serio y sustentable, para que todos podamos disfrutar de La Vigilancia y desarrollar nuestro deporte.