Rotpunkt

Por Capi Irrazabal

Mi gran y viejo amigo la Morsa, me pidió que escribiera algo acerca de esta vía que equipamos con Nico Benedetti en el 93, pero la verdad es que mucho no me acuerdo, aunque sí recuerdo que era algo extraño no usar las nueces improvisadas con tuercas y suplirlas por esas brocas para hormigón llamadas spits. La equipamos, la encadenamos, la bautizamos Rotpunkt y fuimos felices. Pero el verdadero Rotpunkt vendría para mi, muchos años después.

Si bien en “La Vigi” escalábamos desde los 80’ y 90’, era solo para un grupo exclusivo de amigos, debido a que era propiedad privada y no se podía entrar. Teníamos que entablar una amistad con el puestero de turno, vinos de por medio, y algunos locales podíamos disfrutar de ese privilegio. Dentro de este grupo había uno más pequeño aun, que pretendía que esta escuela de escalada sea abierta para todo el mundo.

Fue así como junto a Pablo Pilota y Darío Mugno, conseguimos que el dueño nos alquile dos galpones, que están a un kilometro de la ruta 226, al pie de las Sierras y lo más importante, de las vías!

Así comenzó el sueño de poder compartir nuestra zona de escalada…Nos quedábamos solos durante la semana, haciendo arreglos, acarreando muebles viejos, donaciones, etc. Tratando de obtener agua corriente, y no tener que llevarla hasta los tanques en carretilla, y lo mejor… abriendo rutas!!!

El viernes a la noche llegaba el malón, escaladores de todas partes del país, esos días sabíamos cuando empezaban, pero no cuando iban a terminar.

El kilometro de tierra que nos separaba de la ruta, era cuestión que cayeran dos gotas para que se transformara en un barrial de autos encajados, que íbamos a sacar, hasta altas horas de la noche. Música, corderos, muchos se deben acordar de las famosas “Luchas Libres” dentro de los piletones, slackline, fulbito, y por supuesto, escalada. Todas estas actividades y muchas más se desarrollaban en torno a este campo mágico para muchos.

Lamentablemente, después de unos años nos vimos obligados a dejar este lugar, y hasta el día de hoy, son solo promesas las de volver a abrirlo.

Para mí, esos años de libertad en estas Sierras, fue el verdadero Rotpunkt.